La nueva edición de Supervivientes ha arrancado este jueves con todos los focos puestos en la nueva estrella de Honduras: Terelu Campos. Separada de sus compañeros, la hija de María Teresa Campos ha conectado con Jorge Javier Vázquez desde un palafito en el que ha lucido su primer outfit playero: un bañador rosa de Michael Kors (160 euros) y un pantalón blanco. Llegaban así las primeras bromas entre presentadores: “Esos shorts no son los mejores para pescar”, decía el de Badalona. “Hace mucho que ni pesco ni me pescan”, respondía divertida la concursante.
Terelu ha hecho frente a todos sus complejos y ha presumido de figura: “Hay cuerpos maravillosos aquí y hay que poner una dosis de realidad porque hay mujeres como yo”. Recordaba que, a sus 59 años, ha pasado por dos cáncer de mama y varias operaciones: “A lo mejor me veis las cicatrices por primera vez”. Y añadía: “Si alguien me quiere con este cuerpo escombro, ya para toda la vida”. Jorge le respondía con cariño: “No estamos viendo un cuerpo escombro, es el de una señora que tiene muy buena pinta”.
El presentador le ha recordado que, a pesar de tener algunos privilegios, compartirá las mismas condiciones que sus compañeros de isla: “Vas a dormir en el suelo, vas a pasar hambre, te van a picar los bichos…”. Eso sí, incidía: “Todavía no eres concursante de Supervivientes“. Y es que Vázquez le ha impuesto una condición para ser considerada una participante de pleno derecho: “Tienes que aguantar, al menos, 21 días, los que aguantó tu hermana, Carmen Borrego. Si lo consigues, optarás al premio de 200.000 euros igual que el resto. De momento, eres el fantasma del futuro”.
El salto en el helicóptero era el momento más importante de la noche. Terelu ha subido al aparato en solitario, todos sus compañeros se habían lanzado ya al mar, pero Jorge Javier le informaba: “No puedes saltar porque no eres concursante oficial”. Ella ha sacado a la Campos que lleva dentro y, tajante, ha respondido: “Pues si me tiro o no, eso no me lo dices tú”. Ante la sorpresa de su hermana y su hija, que estaban en plató, Terelu ha dado su ya histórico salto. Bajito, hay que decirlo. En el agua la esperaban cuatro personas para ayudarla y ha llegado a la playa en barca: “Yo no puedo nadar porque no tengo dorsales”, explicaba (una secuela de sus operaciones). “El salto se lo dedico a mi hija y a mi nieto”, ha dicho emocionada. “La vida me ha puesto en muchas situaciones difíciles y esta vez quiero ser yo quien elija”, ha desvelado.