Lejos de recuperar únicamente rostros de reality, Supervivientes 2025 apuesta también por perfiles menos recurrentes. Es el caso de la actriz Beatriz Rico, que participa por primera vez en un formato de estas características. Se embarca en esta aventura a sus 55 años y con una meteórica carrera interpretativa a sus espaldas. Ahora, habrá que ver cómo se defiende en Honduras, donde no hay papel que valga.
Beatriz Rico pone la representación asturiana, junto a Pelayo Díaz, en la nueva edición de Supervivientes. Son perfiles muy diferentes, pero ambos de los más exitosos en sus respectivos campos. En la interpretación, la actriz ha participado en más de una veintena de películas, además de series tan reconocibles como la histórica 7 vidas o Un paso adelante.
Una vida de cine
Gijón es de gran importancia para la formación de Beatriz Rico, fue su hogar hasta que cumplió 19 años. Entonces, se mudó a Madrid para estudiar arte dramático y ballet y probar suerte en lo artístico, como hacen muchos de los profesionales cinematográficos de provincias. En su caso, fue todo un acierto, puesto que la capital fue el seno de sus primeras obras, las que le dieron la oportunidad de darse a conocer.
No obstante, su vida profesional no arrancó ante una cámara de cine, sino ante una de televisión. Lo hizo como azafata de El precio justo, que entonces presentaba Joaquín Prat (padre) en Televisión Española. Estuvo allí durante tan solo un año, ya que pronto Telecinco le ofreció ser presentadora de programas infantiles. Al poco tiempo, debutó como actriz de cine en la película de Pedro Masó Hermana, pero ¿qué has hecho?, donde trabajó con la gran Lina Morgan.
Su talento siguió abriéndole puertas, de modo que pronto le ofrecieron más y más proyectos hasta alcanzar otras siete producciones cinematográficas más antes del cambio de siglo. Por supuesto, del 2000 en adelante siguió trabajando hasta completar los actuales 24 títulos en las que aparece, el último de ellos Si yo fuera rico, una comedia de Telecinco Cinema rodada, casualmente, en Madrid y Asturias.
Inolvidable en televisión
De igual modo, los menos interesados en el cine también han podido seguir disfrutando de Beatriz Rico. Participó en nada más y nada menos que A las once en casa, la histórica serie protagonizada por Antonio Resines y Ana Obregón en la que interpretó en dos episodios a Julia. También de manera episódica apareció en la inolvidable 7 vidas, aunque tan solo en una ocasión dando vida a Sara.
Donde sí se mantuvo fue en Un paso adelante, donde se hizo pasar por Diana de Miguel en 58 episodios. Además, en los últimos años ha aparecido también en un episodio de La que se avecina y como invitada en Tu cara me suena. En teatro, ha participado en una quincena de obras, algo sobre lo que ahora podrá charlar con Terelu Campos.
Una carrera premiada
Beatriz Rico podría presumir, si quisiese, de poseer numerosos galardones a consecuencia de su impecable labor interpretativa. El primero de ellos lo recibió en 2013 gracias a su papel en el cortometraje sobre el cáncer de mama La teta que os falta, dirigido por César Ríos. Obtuvo el premio a mejor actriz en el VIII Festival de Cine Solidario de Castilla-La Mancha.
Más adelante, recibe el galardón a mejor actriz nacional por Las hijas de Danao, de Fran Kapilla, en el I Festival de cine de autor y cine independiente de Mallorca, así como el premio a mejor actriz en el Fed Fest Film Festival de Los Ángeles, en 2019. ¿Será Supervivientes el lugar en el que el mundo la vea llevar a cabo una interpretación digna de Goya? ¿O incluso de Oscar?
Activista y solidaria
A Beatriz Rico no solo le han dado premios por sus buenas dotes interpretativas, sino también por su empatía y cariño por los animales. Fue nombrada en 2013 Socia de Honor de la asociación Defensa Animal Región de Murcia (DARMUR) por su labor contra el maltrato animal y, al año siguiente, recibió el premio Celebridad del Año Amiga de los Animales, otorgado por AnimaNaturalis, una ONG que defiende los derechos de los animales.
Además, forma parte activa de la plataforma Mujeres Artistas contra la Violencia de Género. Su solidaridad es una de sus virtudes, puesto que ha defendido en incontables ocasiones causas de todo tipo, como las promovidas por PACMA, Greenpeace, Cáritas, Médicos Sin Fronteras o Libertad para Palestina. En este último movimiento se volcó especialmente, de modo que llegó incluso al Parlamento en Bruselas para defender los derechos del pueblo palestino.